martes, 23 de noviembre de 2010

No, mi corazón no...

Dicen algunos que la carne es débil. Puede que tengan razón. Sin embargo, eso es perdonable de alguna manera. Pero, ¿qué pasa cuando es el corazón el que se vuelve débil?

Te quiebras por dentro, alegando no saber el por qué, pero conociendo de sobra la respuesta. De repente, la vida carece de sentido. Todo lo que creías tener tan claro en la mente se desvanece. No queda lugar para el amor. Ni para querer, ni para ser querido.

Comienzas a anhelar lo que no posees y a despreciar lo que sí. Y llega un momento en el que te quedas sin nada: sin amado, sin amante, sin amor. Aspiras entonces a recuperar de nuevo todo lo que en algún momento creíste poseer. Y te das cuenta, con dolor y amargura, de que te has quedado solo. Solo y vacío. Sin corazón.

¿Que pasa cuando el corazón se vuelve débil? Que se corrompe. Porque en la misma debilidad hay duda, mentira, engaño...





Como decía el Werther de Goethe en una de sus cartas a Guillermo: "No, mi corazón no está tan corrompido. Es débil, demasiado débil... Pero, ¿en esto no hay corrupción?".

1 comentario:

  1. No puedes comenzar un blog con una frase de Nietzsche, ni poner de fondo esa escultura de cupido y psiqué, eso es trampa..eso hace que aún sin leer las historias piense "ME VA A GUSTAR", y así ha sido.

    un beso, me alegro de que estés por aqui :)

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