viernes, 26 de noviembre de 2021

Ausencia

Vuelve a tenerle miedo a la página en blanco. Se me enfrían las palabras en las yemas de los dedos. No consigo parar este leve temblor que recorre mi espina dorsal. Pero este año... este año me ha arrebatado tanto que no puedo dejar que también silencie mi voz.

Y, sin embargo, es tan débil que casi ha desaparecido. Vive anestesiada a la fuerza en un rincón de mi mente. Sé que en ocasiones lucha por salir. La oigo, tenue, algunas noches. Me asalta mientras conduzco y dibuja sus hilos en la carretera. Me dice que escriba un poema, que deje ir tanto dolor. Pero escribirlo es inmortalizarlo. Y me da tanto miedo volverme a leer...

Hay tantos momentos de este año que me gustaría olvidar, desde el primerísimo día hasta hoy. En cambio, casi todos los recuerdos están empañados por una espesa capa de protección. Sé que debo romperla, abrir la herida para que cure bien. Hay tanto daño que no sé por dónde empezar.

Por las llamadas diarias y las preguntas: "¿Cómo está hoy?". Por el tardío billete de tren. Por el puto examen de la oposición. Nunca pedí que me pusieran contigo al teléfono aunque tú no pudieras hablarme. Aunque no me reconocieras. No sé si habría tenido fuerzas.

Nunca me he sentido tan fría como en aquella llamada, en aquel viaje en tren una semana después. La ausencia me perseguía adonde fuera entre aquellas paredes. Recuerdo las lágrimas caer ya sin fuerza en cada parpadeo, con una respiración tranquila, sin poder parar, empapando la almohada.

Intento convencerme de que es mejor no haber estado allí. Así tu imagen sigue siendo otra más amable. Una caminando en el campo, sentado en el columpio, plantando fresas o cuidando de los patos. Una con un vaso de vino y las mejillas coloradas.

Recuerdo tus cartas y tus poemas. A tu nieta gallega, claro, ¿de dónde si no? Pero lo único que puedo leer de momento es el libro de cuentos de tu infancia, la carta de Carlitos a su abuelo contándole la historia de su perrito Nosé. El resto todavía duele demasiado y no sé ubicar dónde.

Todavía no me hago a la idea de que no estés allí.

No puedo.