sábado, 21 de mayo de 2011

Seguid soñando juntos, siempre.


Suena de repente una canción en la radio. De esas que escuchabas en viajes largos. Miras un momento, incrédulo, al aparato, y subes el volumen automáticamente. Todavía te la sabes, pero se te hace un nudo en la garganta que te impide cantarla.

Dios mío, ¿tanto tiempo ha pasado? Érais apenas unos críos cuando os conocisteis. Y os separasteis en la fina línea que separa la adolescencia de la mayoría de edad. ¿Cuántas alegrías, cuántas penas, cuántos logros y cuántas derrotas soportasteis juntos? ¿Cuántas risas compartisteis? ¿Cuántas veces llorasteis de impotencia, de rabia o de dolor en el hombro de ellos? Porque todos formábais un grupo unido, forjado poco a poco con el fuego lento de las tontas discusiones, los viajes y la dulce rutina en la que caísteis haciendo cada día diferente.

Todavía recuerdas sus rostros casi a la perfección. El de todos y cada uno de ellos, de los que conociste al principio, de los que se unieron incluso en los últimos años, o de los que se quedaron por el camino. ¿Qué será de su vida? Teníais tantos sueños, soñábais tanto juntos. Érais jóvenes y teníais todo un mundo por descubrir. Lo que habíais visto no era ni una milésima parte de lo que os quedaba.

Os convertisteis en un tren de larga distancia, nuevo, fuerte y seguro. Os sentíais a salvo si todos montabais en él. Aunque para guiaros necesitasteis a los revisores y a los maquinistas. Quizás nunca se lo agradecisteis demasiado, siempre poniendo pegas, no queriendo hacer lo que ellos sugerían... En aquel momento, encerrarte entre cuatro paredes no es la opción más llamativa teniendo un mundo por descubrir. Pensabais que la sabiduría y la responsabilidad era para los adultos, y que vosotros simplemente queríais vivir.

Live fast and die young.

No importaba lo que hubiera después. Pero, el final siempre llega. No existe una historia interminable. El tren llegó a su destino tras un larguísimo viaje de años y años. Os despedisteis entre lágrimas y promesas tras toda una vida juntos. Una vida de la que forman parte cada uno de ellos, una historia cuyas palabras están escritas de su puño y letra, unos recuerdos que se difuminan con el tiempo, pero no se pierden. Y, pasados muchos años, vuelve a sonar aquella canción en la radio. Tú te acuerdas de todos ellos. Piensas dónde estarán ahora. Te preguntarás si han cumplido sus sueños.

No sé si podrás responder a esas cuestiones, pero si tú sigues soñando, ¿por qué ellos no?
Seguid soñando juntos, siempre, aunque sea en el recuerdo.

3 comentarios:

  1. ya tienes parte de un todo de lo que debe ser una voz

    Y lo escucharemos, yo al menos atento

    ResponderEliminar
  2. Unos viajes acabas y otros muchos emprendes.
    Si hay algo que nos caracteriza es que nunca somos capaces de estar quietos.

    Recuerda: "Un viajero prefiere dormir bajo el recuerdo de su última sensación agradable"

    ResponderEliminar