domingo, 25 de diciembre de 2011

Cósimo y Viola.

-¿Por qué me haces sufrir?
-Porque te amo.

Ahora era él quien se enfadaba.

-¡No, no me amas! Quien ama quiere la felicidad, no el dolor.
-Quien ama quiere sólo el amor, aun a costa del dolor.
-Me haces sufrir adrede, entonces.
-Sí, para ver si me amas.

La filosofía del barón se negaba a ir más allá.

-El dolor es un estado negativo del alma.
-El amor lo es todo.
-Contra el dolor ha de lucharse siempre.
-El amor no se niega a nada.
-Hay cosas que no admitiré nunca.
-Sí que las admites, porque me amas y sufres.

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Cósimo clavó los ojos en ella. Y ella:

-Tú no crees que el amor sea entrega absoluta, renuncia a uno mismo.

Podría decir algo Cósimo, cualquier cosa para ir hacia ella, podía decirle: "Dime lo que quieres que haga, estoy dispuesto..." y habría sido de nuevo la felicidad para él, la felicidad juntos, sin sombras. Pero dijo:

-No puede haber amor si uno no es uno mismo con todas sus fuerzas.

Viola tuvo un gesto de contrariedad, que era también un gesto de cansancio. Y sin embargo, aún habría podido comprenderlo, como en realidad lo comprendía; más aún, tenía en la punta de la lengua las palabras para decirle: "Tú eres como yo te quiero" y subir inmediatamente con él... Se mordió el labio. Dijo:

-Pues entonces sé tú mismo solo.

"Pero entonces ser yo mismo ya no tiene sentido", pensó.



El Barón Rampante, Italo Calvino.


Eres un hombre que ha vivido en los árboles sólo por mí, para aprender a amarme...

2 comentarios:

  1. Estas cosas no me las puedes hacer, porque haces que dude entre libros que quiero tener...

    ¡Me encanta el dibujo!

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  2. Me gusta la entrada!! ^^
    Y digo exactamente lo mismo que Javi. La lista de libros que tengo no para de crecer, y entradas como esta... pues no ayudan!!

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