sábado, 2 de abril de 2011

Todavía no.

Esperaré a que apaguen las luces para abandonar el escenario y deslizarme hasta tu lado. La orquesta comenzará a tocar, pero no me encontrarás entre la cuerda. Cuando acabe la primera pieza y tus ojos estén cansados de recorrer una a una las filas de músicos, te susurraré al oído, muy bajito "Estoy aquí, tonto". Me mirarás sorprendido, pero taparé tus labios antes de que exclames cualquier cosa, y sonreirás.

Comenzará la segunda pieza. Será una complicada, con muchos movimientos. Te explicaré cada uno de ellos. El preludio es la presentación, la allemande es un pequeño baile... Y te cogeré las manos cuando vayas a aplaudir al terminar cada movimiento. "Todavía no, todavía no". Y, cuando termine, con la última nota gloriosa al unísono de toda la orquesta, entonces y sólo entonces, dejaré tus manos libres y te animaré a aplaudir.

He dejado un sitio libre, situado más o menos en el centro de la orquesta. La persona que está sentada en ese lugar no soy yo. Yo estoy pasando el concierto a tu lado, con cada una de tus reacciones, de tus pensamientos. Sé que la tercera pieza no te ha gustado, pero también sé que la cuarta te va a encantar. Te miro cada poco y veo una sonrisa enorme dibujada en tus labios. Y no puedo más que sonreír yo también, como una idiota feliz.

La quinta y última pieza hace que tu corazón dé un vuelco. Te suena mucho, muchísimo. Te explico la banda sonora a la que pertenece. Tus pies se liberan de tu mente y bailan solos, chocando entrecortadamente contra el suelo. No llevas el ritmo bien, pero es gracioso verte así, como un crío pequeño, disfrutando.

La melodía terminará en un sinfín de acordes que te aturdirán y elevarán tus sentidos a la máxima concentración posible, a la máxima satisfacción, sobre todo el del oído. Entonces, desapareceré de tu lado, como si no hubiera estado allí ni un minuto del concierto, y volveré a mi posición dentro de la orquesta. Cuando termine de tocar esa última nota final, te miraré. Te levantarás. Aplaudirás. Sonreirás.

Y saldré corriendo del escenario para abrazarte, porque habré pasado un concierto junto a ti, aunque tú no lo hayas notado.


4 comentarios:

  1. no hay nada como que alguien te explique

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  2. La música y el amor, tienen mucho más que ver que lo que la gente suele creer ^^

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  3. *__*
    Estoy deseando tocar con vosotros y ver lo que se siente :)
    Un beso! ^^

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