viernes, 29 de julio de 2011

Existimos mientras alguien nos recuerda.

En una ocasión oí comentar a un cliente habitual en la librería de mi padre que pocas cosas marcan tanto a un lector como el primer libro que realmente se abre camino hasta su corazón. Aquellas primeras imágenes, el eco de esas palabras que creemos haber dejado atrás, nos acompañan toda la vida y esculpen un palacio en nuestra memoria al que, tarde o temprano -no importa cuántos libros leamos, cuántos mundos descubramos, cuánto aprendamos u olvidemos-, vamos a regresar. Para mí, esas páginas embrujadas siempre serán las que encontré entre los pasillos del Cementerio de los Libros Olvidados.

La Sombra del Viento, Carlos Ruiz Zafón.

Y ahora, modificando esa última parte, diré que: para mí, esas páginas embrujadas siempre serán las que encontré entre las estanterías repletas del libros que mis padres me dejaron explorar a mis anchas aquel verano, hace tres o cuatro años, subida a una banqueta y con una sonrisa permanente dibujada en la cara. He vuelto a tomar ese libro entre mis manos este verano. He navegado entre sus páginas, he caminado al lado de sus personajes, he temido por sus vidas y me he sorprendido al descubrir sus verdades. Y hoy, al terminarlo, tras haberlo entendido muchísimo mejor, me miro por dentro y noto que tengo el corazón rejuvenecido, como si hubiera vuelto a mis catorce años, con un corazón entero e inocente.

Ese libro pasará por las manos de muchos como otro cualquiera, sin llegar a tocarles una fibra del alma. Pero a mí me la robó entera y me la robará siempre que caiga en sus páginas, porque sé que volveré a leerlo algún día. Puede haber libros mejores, quizás, con más técnica, mejor estilo y un argumento más interesante. Puede, no lo niego. Pero a mí La Sombra del Viento me acompañará toda la vida.

2 comentarios:

  1. Hace unos días también pude terminarlo yo :)

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  2. Tendré que poner ese libro en la lista ^^
    Aunque para mí... el libro (más bn la colección) que me llegó al alma y que no puedo olvidar nunca... fue Memorias de Idhum y cómo no... Kirtash

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