viernes, 21 de marzo de 2014

¿Día de la poesía?

Dicen los eruditos que hoy, veintiuno de Marzo, es el día de la poesía. Algunos andan proclamando por ahí que, en ocasiones, la belleza reside en las palabras. No se dan cuenta de que la poesía se esconde en las esquinas, en la lluvia, en las alas que le dí al Hombre Pájaro, en el olor a libro viejo, en los labios de mi amor, en las manos de los desconocidos.

No voy a permitirme llenar el suelo de tinta como tantas otras veces, así que os dejo un poema que descubrí escondido en la puerta de uno de esos autobuses desde los que contemplo amaneceres y puestas de sol, y que me encantó por su sencillez, por lo mucho que me identifico con él en este momento.

Este poema no dice nada. 
No encuentro sus palabras. 
Es tan pequeño, tan sencillo, tan humilde, tan callado. 
No es para vosotros. 
Es mío solamente. 
Están en él mi padre, mi madre, mi otro hermano. 
Es un nudo de sangre caliente y apretado. 
—No se sabrá nunca 
lo que va por dentro de la sangre, 
son ríos de otra cosa-.
Este poema no admite palabras. 
No puede leerse. 
Es tan hondo. 
Dejadlo. 

María Cegarra.

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