jueves, 1 de marzo de 2012

Miss U.

Oyes desde la habitación cómo Ella murmura palabras dulces al teléfono. Te encierras en la pantalla del ordenador, pones música, intentas distraerte. Pero sigues oyéndola. Lo haces porque una parte de ti quiere saber cómo acaba esa conversación.

-Te extraño mucho...

De repente, el mundo se para. Ella sólo dice esas palabras cuando el universo se le está cayendo encima. Cuando el alma se le encoge de puro miedo. Silencio absoluto. Un suspiro.

-Cuídate mucho, mi vida. Un beso... Yo también.

Oyes el pitido del teléfono, el roce de las sábanas, cómo apaga la luz. Y luego ese sonido estridente en tus oídos. Algo te aprieta el corazón. No respiras. Te levantas con cuidado y cierras la puerta de la habitación intentando hacer el menor ruido posible. Sigues oyendo cómo el océano estalla en sus ojos. Subes el volumen de la música. Más. Mucho más.

Y te quedas dormido con los oídos doloridos, pensando que mañana, quizás, será un buen día.

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