lunes, 5 de marzo de 2012

Ven a por mí.

El ritmo acompasado de aquella canción.
Su mirada traviesa desde la lejanía.
La melena desafiando a la gravedad.
Las luces que juegan con su figura en la oscuridad.
Sus labios entregados a una media sonrisa.
Y sus caderas, sus caderas lentas y sus curvas de visibilidad reducida.
Sólo esperarla, sólo decirle: Ven a por mí.

3 comentarios:

  1. Si me lo dices así, me dan muchas ganas de ir a por ti.

    No, ahora hablando en serio. Me gustó la apariencia que le has dado y el hecho de culminarlo con un "ven a por mí", en lugar de decir que fue a por ella.

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  2. ese lenguaje provoca a menudo equívocos

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  3. ¿Cuántos amores hay en la distancia?

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