sábado, 24 de marzo de 2012

II. La piel.

¿Qué es lo que queda cuando agotamos las palabras?

El ardor de los labios ensangrentados.
Las luciérnagas como pequeñas farolas a lo lejos.
Tus pupilas en el centro de mis tornados.

¿Y cuando las palabras nos agotan, qué es lo que queda?

3 comentarios:

  1. A mí me asusta que se me acabasen la palabras... Porque suele coincidar con la última pregunta. Entonces es cuando todo pierde sentido.

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  2. Las palabras son a veces lo único que podemos vender para sobrevivir. A veces juego a la prostitución verbal, o al regalo verbal, o al cultivo verbal. Hoy pienso bañarme en palabras o en sangre: es lo mismo.

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