martes, 1 de marzo de 2011

Memories.

He escrito mil primeras frases diferentes para este comienzo, pero ninguna me ha convencido lo suficiente como para continuar escribiendo lo que sea que estaba en mi mente hoy. En vez de eso, he puesto música lenta y he estado mirando fotos en el ordenador.

Tengo mala memoria. En serio. Lo que me digas hoy, se me olvida a los dos o tres días. Y no exagero. Lo que leo, también. Ya no hablemos de lo que yo misma digo, eso se olvida al instante. Además, mis recuerdos se guían más por sensaciones que por imágenes.

De París recuerdo nervios, muchos nervios. Recuerdo un dolor en el estómago que no tenía nada que ver con ninguna enfermedad. Acompañado de una espina en el corazón durante todo el viaje. Pero también recuerdo la calidez de aquel autobús en el que pasamos horas y horas, el sonido de las risas cuando todos cantábamos nuestra versión de "Can't take my eyes off of you" (si la escucháis, es preferible que lo hagáis con la versión de Muse, por favor) que no tenía nada que ver con la letra de la original. Recuerdo la estupefacción al ver Montmartre y la Torre Eiffel. Y, sobre todo, el amor a primera vista que sentí cuando me dí de bruces con la ópera, en la que me prometí que tocaría algún día. Recuerdo la intensa lluvia al salir de aquel restaurante que tanto odiábamos, del que ya no recuerdo el nombre. Y la risa, siempre nuestras risas.

De Teighmouth recuerdo la nieve y cómo mi inglesita se reía de mí cuando me caí siete u ocho veces en la misma calle por no llevar el calzado apropiado. ¡¡Nadie nos dijo que nevaría!! Recuerdo la vergüenza al vivir en casa de un completo desconocido durante una semana. Las lagrimillas que casi derramo al oír a mi madre hablar en castellano cuando me llamó al día siguiente. Y la alegría al ver a mis compañeros y gritar el típico "acho" a los cuatro vientos. No recuerdo casi cómo se llamaban los profesores, ni nuestros compañeros ingleses. Pero recuerdo que el último día lloré como una cría pequeña porque se me partía el corazón, porque quería quedarme con la chica de pelo rubio y ojos azules que había sido mi acompañante diaria, mi amiga, mi familia, durante ese corto espacio de tiempo.

De Madrid recuerdo el teatro. Las ganas de disfrutar de mi madre y lo mucho que me unió a ella aquella experiencia. ¿Más? Sí, todavía más. Recuerdo las noches de "secretitos" en las que ella siempre contaba más que yo, porque al fin y al cabo sigue siendo mi madre, y a las madres no se les puede contar todo. Recuerdo la ilusión que ambas teníamos y lo corto que se nos hizo ese fin de semana. Recuerdo la sensación de mi boca abierta ante la belleza de aquella ciudad llena de tráfico y gente, llena de arte, llena de vida. Recuerdo aquel starbucks de café helado un día de lluvia, por equivocación, y esa tarta de chocolate que me hizo la boca agua. Y el sabor de aquella lasaña de verduras que no tenía comparación.

Miro todas las fotos de excursiones con el instituto, con la clase. Y pienso que lo que nos une no es sólo el compañerismo, son muchas etapas, muchas lágrimas y muchas risas, muchos viajes y muchas clases aburridas, muchas broncas y muchas felicitaciones. Pero, ante todo, nos une una vida casi entera juntos.

Recuerdo aquel 1º ESO con la profesora de inglés más loca que te puedas echar a la cara y, a la vez, la más sensata, la más formal.
Recuerdo aquel 2ºESO tan lleno de cambios de aires, de no pertenecer a ninguna parte, de buscar y... También aquel primer premio por un cuento que, releyéndolo, me parece imposible que haya sido escrito por mí, pero que refleja tanto de aquella etapa...
Recuerdo aquel 3ºESO donde me encontré a mí misma. Aquel estilo tan gótico/emo/no sé cómo describirlo que llevaba. La ropa enteramente negra, el intento de pelo liso y los principios con el maquillaje. Las pulseras de pinchos y los converse. Pero, sobre todo, recuerdo a las personas que conocí y que consiguieron sacarme de aquel estado y hacerme ver quién era, poco a poco.
Recuerdo aquel 4ºESO, sobre todo esa graduación y las lágrimas por el miedo a la separación, a que aquel biligüe se deshiciera. Todos tomamos decisiones que nos llevan por caminos diferentes, eso es obvio, pero yo quería reteneros allí, en aquel momento, sólo míos... Recuerdo aquel primer "te quiero" que le dediqué. Aquella primera copa. Las noches sin dormir, mirando al techo y descubriendo las formas que aún hoy distingo en él.
Recuerdo aquel 1ºBachillerato, apenas el año pasado. Y lo recuerdo con mucho relax, nada comparable a lo de ahora. Recuerdo las excursiones. Las sorpresas. Las comeduras de cabeza. Te recuerdo a ti y no te reconozco. Recuerdo todo lo que viví. Los primeros meses de desesperación. La calma. La revolución. La calma. Las continuas guerras y paces que se establecían. Al final, los premios, la incredulidad, la alegría. A ti.

Recuerdo luego, con fotos y más fotos, todas esas salidas con MIS amigas. No sé qué puedo decir exactamente de ellas excepto que... pase lo que pase, siempre conseguimos salir adelante, todas juntas. Y que, aunque cada una tengamos nuestra vida personal, estamos juntas, en lo bueno y en lo malo, y sin ellas yo no habría podido salir muchas veces del fondo en el que me metía, como una cabezota deprimida. Tipical adolescent, ¿no? En fin, que son ELLAS.

Y recuerdo luego, con fotos también, Galicia. Pero creo que mi tierra es caso aparte y tampoco me salen muchas palabras. Ni siquiera puedo describir sensaciones que haya sentido allí. Es mi vía de escape. El sitio a donde... a donde pertenezco. El lugar donde debería haberme criado. Y no. Pero persiste la morriña. Por quien está allí, por lo que significa estar allí, por lo que es aquello por sí sólo.



Mira, empecé esta entrada sin mucho que decir. Me he pasado unas bonitas horas viendo fotos. Y un buen rato escribiendo esto que, al final, publico con un poco de vergüenza. Porque aquí descubro todo y nada de mí. Y porque, joder, me habéis pillado sensible y sé que cuando lo relea me parecerá una cursilería total.


En fin. Es lo que hay. Tengo mala memoria. Y mañana no aceptaré ni por asomo el haber escrito esto.

4 comentarios:

  1. Pues a mí me ha encantado la entrada. No sé si porque dices muchísimas verdades, si porque mi memoria está igual de mal, si porque me siento identificada, si es porque estamos en el mismo curso y supongo que con la misma edad, si porque en tercero y cuarto(incluso algunos dias de ahora) vestía igual que tu en tercero, si es porque vivo en Madrid y has metido la ciudad en la historia o si simplemente es por todo en general.
    El resultado es ese. Me encanta. ^^

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  2. Nooo, que va Ross :)
    Es genial, nada debe quedarse sin importancia por absurdo que nos parezca, quizá otro no lo vea así.

    Lo que dices nos pasa a muchos, echaremos de menos aquello que no aguantamos, y echaremos de menos este curso tan (...) que llevamos a cuestas.

    Galícia debe ser fantástica, verde, verde y verde (Como aquella entrada tuya)

    Será "Untitled" pero uno se pone sensible...

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  3. puf! me has hecho recordar también a mi, tantas cosas...

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