La poesía murió hace tiempo en la guerra. Y soy uno de esos locos poetas que todavía intenta resucitarla entre sus labios.
martes, 17 de abril de 2012
Uno de esos locos.
El atardecer nos sorprende todavía enlazados sobre las sábanas. Un color rojizo inunda las paredes y nos rodea. Tumbado sobre la cama, observo cómo se levanta. El sol recorta su silueta frente a la ventana. Una suave brisa acaricia su piel morena, y siento celos, como si el aire de mis pulmones fuera el único con derecho a rozarla. Me mira y se me clavan sus pupilas marinas en el alma. Sonreímos, sonreímos como dos tontos a punto de caer desde el precipicio más alto de la ciudad. Puede que el cielo esté cubierto de hermosas nubes. O que esté pintado de ese azul intenso que tanto me gusta. ¿Qué más da? Mis ojos no pueden apartarse de Ella. Lo sabe. Me lanza un beso y desaparece tras el biombo. Veo entre las rendijas cómo esconde su cuerpo bajo las ropas.
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perseverar..es de sabias
ResponderEliminarEl azul es un color bonito para el cielo, ahora bien, cuando se torna de rojo, difícilmente es superable.
ResponderEliminarEs una buena forma de devolver vidas, ¿no crees?
Os todo cuanto sé:
http://www.youtube.com/watch?v=QGDUQ0SORnw&NR=1&feature=endscreen
a mi me encantan las pupilas que se clavan en el alma, y hacen dibujos bonitos :)
ResponderEliminarla poesía vive en todo aquel que la canta, a pesar del dolor, a pesar de la guerra
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