¿Dónde estás? Me gustaría que volvieras, aunque sólo fuera un segundo. Redibujo el mapa de tus manos con mis dedos. No te inmutas. Tus manos te doblan la edad, y no te das cuenta. Miro con horror cómo las arrugas han anidado en su superficie, hundiéndose como un barco naufragado. Y, aún así, parecen tan pequeñas y delicadas entre las mías, tan dulces al tacto y a la memoria.
Tu verdad reside en aquello que no dices. ¿Qué ha sido de ti? ¿En qué parte del infinito vuelan ahora tus sueños? Y tu alma, ¿dónde ha ido a parar? A veces, me despierto angustiado. Me asalta la idea de no saber quien eres. De perderte, y morirme. Entonces te recuerdo con tu vestido verde, aquel día de invierno en el que sólo brillabas tú. Mi pequeña.
Ojalá volvieras. Ojalá volvieras y me susurraras al oído que todo va a ir bien. Y ojalá que, por una vez, fuera verdad.
pf, preciosa la entrada :) a veces yo tambien necesito que me digan eso v.v besazos ♥
ResponderEliminara veces un segundo es más que toda una vida.
ResponderEliminartal vez esas palabras quieran volver a ser pronunciadas, disfrazadas de otra voz ^^
ResponderEliminarpd. te he leído después de escribir mi título... aunque parezca mentira!
mi sonrisa aumentaba según me daba cuenta de que me siento reflejada con esta entrada....
ResponderEliminarte sigo.
El final me ha desconcertado.
ResponderEliminarEl verde, siempre guarda esa esperanza que a menudo nos falta :)
Yo creo que muchas veces también nos enamoramos de las manos de la persona, no sé yo creo que es muy interesante que alguien se fije en nuestras manos y sé de cuenta de su lenguaje que significa con cada roce, con cada apretón, con una caricia... un sentimiento. Me ha gustado mucho ^^. Un besito. Te voy a seguir. PD: Me ha gustado la imagen que tienes de fondo de Psique y Eros :)
ResponderEliminarsusurran las manos y acarician la piel de los sueños
ResponderEliminarsaludos