domingo, 31 de marzo de 2013

El verbo "soler" carece de futuro, de condicional y de imperativo.

Solía escribir. Últimamente me dejo caer dentro de la página en blanco. No es miedo, no es esa estupidez de la huidiza musa, no. Es, sencillamente, cansancio. Me estoy llenando de Góngoras y Quevedos, y quiero vomitar. El otro día soñé que me comía a mi perro y, vaya, no sé si todo esto tendrá algo que ver. Yo quiero un Neruda que me grite cuando callo y un Bukowski que me susurre pájaros azules, o máquinas de follar. A mí qué más me da. Ojalá apareciera aquí Sábato diciéndome "nada" cuando en realidad está pensando en "todo", o Márquez con su "estamos solos en el mundo" a Delgadina. Estoy harta de las novelas picarescas y de los sonetos. Por Dios, nunca (me) escribas un soneto. Antes de escribir un soneto, sal a la calle, respira, fúmate un cigarro, echa un polvo, en el orden que quieras, y olvida la idea del soneto por siempre jamás.

Solía escribir. Ahora me duele un punto en la frente, justo entre los ojos, cada vez que lo intento. Leo. Leo artículos horribles sobre qué es la literatura. Y, hostia, no se aclaran. Que si la literariedad, que si la ficcionalidad, que si déjenmeleerenpaz-iedad. El problema reside en que todo me parece fascinante. Cómo el ser humano se puede complicar de esa manera tan retorcidamente magnífica. Cómo llegó a crear esos grandes mundos en los que evadirse. No sé si habrá vida más allá de la Vía Láctea, pero seguro que ellos no tienen literatura. Creo que eso será lo que escriba en el examen: "¿Que qué es la literatura? Mire, excelentísimo catedrático, yo no sé qué es la literatura, pero sé que los extraterrestres no tienen". ¡Un diez! Ya lo estoy viendo.

Solía escribir. Perdonen tanto rencor, pero hoy he visto tal cantidad de faltas de ortografía en personas adultas que me han dado ganas de llorar. Y ya la noticia del posible comienzo de una III Guerra Mundial, pues qué decir. Si de verdad empieza, todos a averiguar el método de Gregorio Samsa, porque sólo van a sobrevivir las cucarachas. Tómenselo a risa, pero yo le preguntaría a Kafka (mediante una sesión de espiritismo o algo así) de dónde sacó la idea, por si acaso. Y si llega y no hay método, que la muerte os pille abrazados a una puta o borrachos, o en el mejor de los casos abrazados a vuestra alma gemela o felices, pero nunca, repito: nunca escribiendo un soneto. No me jodáis, ¿eh?

Solía escribir(te). Y lo sigo haciendo, muy de vez en cuando. Quizás la muerte me pille así.

lunes, 18 de marzo de 2013

Pájaro azul

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?


hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

Charles Bukowski.

domingo, 10 de marzo de 2013

Y la palabra surge.

Todo es ya tan secreto
Que el orbe queda en torno tras un muro
Circular. Las ventanas dan a un aire
Clarísimo con frondas.
De noche aún, el día nos circunda,
Mayo o tal vez Junio
Y una frescura de jardín orea
Nuestros cuerpos, radiantes de ser almas
Tangibles y visibles.
Ya tanta plenitud quisiera ser bien dicha.
Desemboca el silencio en la palabra
Y la palabra surge
Con tal fervor que es nueva
Para nombrarte, desnudez presente
Bajo la luz que te descubre, pura,
En un retiro exento
De sombra hacia pecado,
Sin ese vil espejo deforme,
Tendido en su lenguaje pro los otros.
Tu intimidad, amor,
Siempre recién creada: poesía.


El lenguaje del amor, Jorge Guillén.